EXPOSICIÓN LUIS CASTILLO NARREA NACIMIENTOS EN MUSEO DE PUEBLO LIBRE
La exposición evidencia, además, cómo los conquistadores españoles no pudieron terminar con las arraigadas creencias religiosas de los antiguos peruanos, produciéndose un sincretismo entre la religión impuesta por los hispanos y la indígena.
Luis Enrique Castillo Narrea, curador de la exposición, historiador autodidacta y especialista en nacimientos, a los que se dedica hace más de 25 años, explica que el Niño Dios o Niño Manuelito, que significa Dios con nosotros o Tayta Dios, como lo llaman en varias zonas del interior, era tras la llegada de los españoles odiado por los indígenas de esas épocas por ser impuesto y haber relegado a las divinidades propias.
Imágenes de cuellos largos de la familia cuzqueña Mendivil.
“Sin embargo, en una forma muy inteligente, los Jesuitas le colocan al Niño Jesús la Mascaipaccha o corona inca, y lo visten de Inca, convirtiéndolo así en Dios del todavía Tahuantinsuyo; es fácil apreciar cómo el Niño Dios se va transformando, de piel blanca pasa a piel mestiza”, explica mientras muestra el cuadro de la Escuela Cuzqueña, donde se aprecia al Niño Dios incaico.
En otros cuadros se ve al Niño vestido como “guagua” andino, con motivos netamente incaicos como paisajes de los andes, animales y frutas peruanas. También se exhibe un nacimiento de la famosa familia cuzqueña Mendívil y sus imágenes de cuellos largos “similares a las de los camélidos, como vicuñas y llamas”. En este caso los tres reyes montan caballo, camello y elefante como una forma de simbolizar a África, Oriente y Occidente.
Nacimientos en los clásicos retablos ayacuchanos.
PRIMERA NAVIDAD
Castillo manifiesta que LA PRIMERA celebración de la Navidad en nuestro territorio se efectúa en 1533, en Cajamarca, cuando todavía el Inca Atahualpa se encontraba con vida y el primer nacimiento de madera policromada se realiza en Lima en 1535 y se encuentra en la Catedral de Lima.
“Al principio los nacimientos del interior se hacían en cuevas de los cerros, era una forma también de manifestar una especie de adoración a los apus (montañas tutelares o protectoras), lo que se aprecia en cuadros y otras expresiones; después en los lugares más visibles de los hogares y haciendo gala de mucha creatividad”.
Uno de los nacimientos más vistosos de la exposición es el que recrea la Quinta de los Libertadores (hoy el Museo) y en el que, además de la Sagrada Familia, hay figuras de tapadas, picaroneras, anticucheras y arcabuceros y cuadros coloniales similares a los que adornan la casa por la que pasaron los libertadores José de San Martín y Simón Bolívar.
(a) Jesus, José y María rodeados de casas andinas. (b) Con el fondo de la Cruz del cerro San Cristóbal emerge la Sagrada Familia
Al fondo de los nacimientos de Lima y de los Andes se encuentra un enorme lienzo con dibujos de la capital en su época colonial, en el que se aprecian las iglesias, la Plaza de Acho, la pampa de Amancaes y platos de la comida criolla.
Otro cuadro especial es el de Diego Quispe Tito (1680), de la Escuela Cusqueña, sobre el retorno de la Sagrada Familia de Egipto y que fue inspirado en el del pintor Rubens colocado al costado, pero diferente en los rasgos y vestimentas, que en caso del nativo son netamente indígenas.
El curador Luis Enrique Castillo señala a Jesus “guagua” en cuadro de la escuela cuzqueña.
Varios de los nacimientos muestran pasajes de la Biblia, como la Anunciación del Ángel a María y después a su prima Isabel; la huída a Egipto (pero acá fue a los Andes) por la amenaza del rey Herodes; la matanza de los inocentes por el mismo personaje; la llegada de los Reyes Magos y la adoración al Niño. Llama la atención la figura de María embarazada “que se le conoce como Virgen de la O por su estado de gestación”.
La mayoría de Niños Dios en exhibición ostentan historias que los ha humanizado y que lindan con la fantasía, como aquel que se clavó una espina jugando; el que en el Cuzco le pide comida a su padre José; el Terremotito y el Chauchita de Arequipa que aseguran jugaba con los niños; el Doctorcito que conversaba con Santa Rosa de Lima, el Chaperito que aseguran hizo huir a los Chilenos de Canta durante la guerra, entre otros.
Denis Merino
Redacción